EL PODER DE LA MAFIA
(MAFIOSO) 1962.
Dir.: ALBERTO LATTUADA
Antonio Badalamenti es un honrado
siciliano que trabaja y vive en Milán. Llegada la época estival, decide pasar
sus vacaciones en Calenzano, su pueblo natal, situación que aprovecha el
director de su empresa para enviar un paquete a Don Vincenzo, el jefe de la
mafia local. A partir de ese momento el protagonista se verá implicado en los
turbios negocios de la mafia. (FILMAFFINITY)
A Lattuada se le considera
sobretodo un descubridor de estrellas: desde Jacqueline Sassard hasta Nastassia
Kinski, pasando por Clio Goldsmith. Marina Vlady o la mismísima Silvana Mangano.
Sus películas eran vehículos perfectos para incipientes actrices, bellas y jóvenes.
Pero este hecho no nos puede hacer olvidar que fue él quien le dio la primera
oportunidad a Federico Fellini ofreciéndole a co-dirigir su primer film: LUCI
DI VARIETÁ (Luces de Variedades).
Cuando rodo esta maravilla
titulada en España “EL PODER DE LA MAFIA” ya era un director consagrado, pero
no demasiado valorado, a pesar de tener en su haber éxitos como “ANA” o “SIN
PIEDAD”. El caso es que Lattuada no hacía ascos a dirigir cualquier film por
bueno o malo que fuera el guión, era un artesano, palabra casi que prohibida también
en los círculos intelectuales italianos, quiero decir que no estaba en la onda
de Visconti, Rossellini o De Sica (otro mercenario que sin embargo consiguió
ser aceptado por el circulo privilegiado).
LATTUADA en esta ocasión recibió
el encargo de Dino de Laurentiis para dirigir una obra curiosa escrita nada
menos que por Rafael Azcona, Marco Ferreri y los incombustibles Age &
Scarpelli, una especie de broma macabra sobre las prácticas de la Cosa Nostra
siciliana. Sin embargo Lattuada consiguió reconvertir la broma en toda una
declaración de principios en contra de las Mafias locales, el “tono” que empleó
estaba más cercano a la tragicomedia que a la comedia desenfadada… y mucho más
trágica que dramática. Incluso Francis Ford Coppola copió descaradamente
ambientes, personajes y situaciones de esta cinta sin igual para recrear sus “Padrinos”.
Con pulso firme y con la
complicidad absoluta de un Alberto Sordi de nuevo en estado de gracia, consigue
vapulear a toda una sociedad, la italiana, que aún sabiendo lo que ocurría a su
alrededor prefería mirar hacia otro lado. Un film de imprescindible visionado
para seguir comprobando como el cine italiano (y Mediterráneo) de los 60 era más
creativo, original y arriesgado que TODO el cine que se rueda ahora y que
autores/artesanos como LATTUADA necesitan ser revisados por varias generaciones
que deberían descubrir un tipo de cine que por desgracia ya no volverá.
E aquí algunas críticas que
existen por internet:
Pequeña Joya: Se aplica en esta
desconocida película de humor negro (que yo no calificaría de comedia) la
famosa máxima de "El Príncipe" de Maquiavelo, en la que se apoya toda
la estructura de la Mafia, de que el poder consiste en hacer favores, porque
quien los recibe estará ya obligado a devolverlos. La película tiene una atmósfera casi irreal,
de lo "verista" que resulta la descripción de Calamo, y pasa de
repente a la tragedia en 5 minutos. Magnífico Alberto Sordi, que borda el
acento siciliano (recomiendo encarecidamente ver la película en versión original)
y que parece demudado, de repente, en un Don con boina y luppara.
Imprescindible para reconocer cómo Coppola copió algunos tics y el "modus
operandi" en este inframundo ("No corras, anda tranquilo").
Pequeña y extraña joya, en la que Azcona deja su sello inconfundible con su
humor seco y sin florituras. (Dofuir)
¡Qué grandes amigos y guionistas de
cine han sido el italiano Marco Ferreri y el español Rafael Azcona! Casi todos
sus guiones hechos en colaboración mutua son auténticas joyas cinematográficas:
ya "El pisito" (España 1959), "El cochecito" (España 1960),
"Se acabó el negocio" (Italia 1964), "La gran comilona"
(Francia 1973), entre las principales, y por supuesto este film que nos ocupa
ahora, "Mafioso" (Italia 1962). Son guiones caracterizados por su
excelente humor negro o descripción humorística de distintas vertientes de la
realidad trágica y patética en que nos desenvolvemos los seres humanos. A
destacar el ambiente mafioso siciliano, sobre todo el personaje de don Vicenzo,
que seguro sirvió de inspiración a Coppola para el montaje del parecido don
Vito Corleone en su película "El padrino" (USA 1972). Y también el
papelazo de Alberto Sordi, un genial actor de seriedad humorística que para el
cine italiano viene a ser similar a lo que José Luis López Vázquez es para la
filmografía española.
La película es sorprendente,
sobre todo a partir del instante en que el hombre que ha recibido favores del
mafioso es solicitado para devolver parte de los mismos; entonces la historia
coge un ritmo, una expectación y un interés que nos impide levantarnos del
asiento. Una película muy buena, muy especial. (Fej Delvahe)
TRAILER FILM:
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